Los ajos en general es uno de los cultivos que más me gusta tener en el huerto. Hoy, os cuento como cultivar ajos tiernos sin arar la tierra.
Como el cultivo del ajo es bastante largo, en torno a unos 8 ó 9 meses en tierra, me parece una gran opción, destinar una parte del huerto a los ajos tiernos. Cuando los ajos ya empiezan a escasear o si no se nos han conservado bien, el ajo tierno nos va a ofrecer la posibilidad de utilizar el ajo fresco en la cocina desde finales de marzo hasta principios de mayo.
Cuando siembro los ajos para secar, los pongo en el mes de noviembre y para finales de junio o principios de julio, ya han secado sus tallos y las cabezas con sus dientes están perfectamente formadas. Los ajos se conservan muy bien durante meses si los tenemos en un lugar fresco y seco. Además, si se guardan trenzados, en mi experiencia, se conservan mucho mejor. La mayoría de mis ajos en el mes de mayo siguen perfectos para comer y ni si quiera han empezado a brotar.
Sin embargo, la primavera invita a comer brotes tiernos directos del huerto. Al menos en mi zona, la primavera no es demasiado abundante ni variada hablando de cosechas. En abril, ya van quedando los restos de los cultivos del invierno, como son berzas, kales y algunas hortalizas más, mientras vamos viendo, con un poco de ansia, como crecen las nuevas plantas como lechugas, mostazas, acelgas, etc. En este momento, los ajos tiernos son unos de los cultivos principales en el huerto y uno de los productos más protagonistas en la cocina y los platos.
¿Cuándo y cómo se siembran los ajos para consumir tiernos?
Si queremos ajos para consumir tiernos, se pueden sembrar a partir de enero porque no esperamos a que se formen las cabezas. A pesar de eso, yo los siembro a la vez que los ajos para secar, pero con alguna diferencia.
Cuando el ajo es para comer tierno, siembro las cabezas enteras en vez de dientes de ajo.
Para este propósito, elijo las cabezas de ajo que han nacido más pequeñitas o las que tienen muchos dientes pero pequeños. De cada diente de ajo, crecerá un ajo tierno. Las cabezas más hermosas, las trenzo para consumo reservando las mejores de éstas para la siguiente siembra.
Como yo cultivo sin arar, una vez preparado el suelo con una capa de materia orgánica, siembro las cabezas de ajo hasta tocar el suelo y que queden cubiertas por el compost.
Mantenimiento de los ajos tiernos
El mayor esfuerzo que requiere este cultivo es mantener el suelo libre de hierbas competidoras. Durante los meses de invierno, no tenemos que hacer prácticamente nada y en el principio de la primavera, con la humedad de las lluvias o del rocío es más que suficiente. Personalmente, yo nunca riego los ajos, salvo casos de sequía muy extrema.
Una de las asociaciones de cultivos más beneficiosas de conozco es la de las fresas y los ajos. Los ajos previenen a las fresas de las típicas enfermedades de esta planta y mejora el sabor de sus frutos. Además, Los ajos ocupan un espacio que quedaría vacío hasta que las plantas de fresas empiezan a crecer en la primaveras. Así también, se previenen muchas hierbas no deseadas que tanto les gusta crecer entre las fresas. Por último, destacar que la asociación resulta muy bonita a la vista y armoniosa.
Cuando y como se cosechan los ajos tiernos
La cosecha dependerá de la zona en que cultives, en Ávila, suelo empezar a coger los primeros ajos tiernos a finales de marzo. La temporada del ajo tierno es corta, básicamente se ciñe al mes de abril, aunque podemos coger algunos más grandotes a principios de mayo.
Los ajos tiernos se van entresacando, de manera que, buscamos los tallos que estén algo más gruesos que el tamaño de un lápiz y tiramos con cuidado para no sacar la cabeza entera. Los que se van quedando en tierra, seguirán engrosando, así que los dejamos para ir haciendo una cosecha lo más escalonada posible.