Huerto sin arar
Mi huerto es mi tesoro. No voy a negar que cultivar un huerto conlleva esfuerzo, dedicación y trabajo. Aunque seguro que no es tanto como te puedas imaginar. Desde hace ya más de 8 años cultivo mi huerto sin arar la tierra. Este método ha reducido el esfuerzo y trabajo más duro, te diría, que más de un noventa por ciento.
Además cultivar sin arar, sin remover y sin voltear la tierra, lo hago de forma ecológica, acercándome todo lo que puedo a la agricultura regenerativa.
Mi idea es las plantas crezcan en un huerto sin arar, en un suelo sano y lo más próximo a un suelo sin una intervención invasiva de la mano humana.
Lo que quiero decir con esto, es que no utilizo ningún producto que sea químico artificial. En verdad, no utilizo ni preparados ecológicos, pues quiero que todo sea de la forma más natural posible.
Cuando utilizamos preparados insecticidas o antifúngicos, por mucho que estén hechos con productos ecológicos, al echarlos en la tierra o sobre las plantas, estamos alterando el ecosistema de alguna manera.
Por lo tanto, tan solo recurro a algún remedio natural en casos muy extremos en los que no queda más remedio. Pero nunca, nunca, utilizo esos productos de forma preventiva.
El objetivo primordial es trabajar el suelo para que esté sano y vivo. Para este propósito, no rompo nunca su estructura, todo el trabajo consiste en ir aportando capas de materia orgánica sobre la superficie y que esta materia se vaya descomponiendo e introduciendo en el suelo de forma natural.
El huerto está situado en un pueblo de la provincia de Ávila (España), donde las temperaturas son muy extremas tanto en verano como en invierno. He leído y leo libros de horticultura para adquirir nuevos conocimientos que emplearé como base a mis propios cultivos. Digo como base, porque una cosa es la teoría y otra la práctica. La única manera que hay de comprobar si algo es bueno, si es cierto, si funciona, si es un mito, etc., es ponerlo en práctica en tu zona, en tu suelo, con tus temperaturas, la humedad de tu zona, la oscilación térmica, los períodos de sequía… Teniendo todos estos aspectos en cuenta, yo siempre hablaré de lo conozco, de lo que he experimentado y siempre referido a mi zona y clima.
Nos vemos, ¡Felices Cultivos!
