Las acelgas son unas de las verduras más agradecidas a la hora de cultivar en el huerto. No requieren demasiado esfuerzo y es un lujo consumir sus hojas recién cosechadas. Aquí te cuento como cultivar acelgas sin arar la tierra (no dig).
Hace algunos años, conocí los libros de Charles Dowding y pronto empecé a experimentar con el sistema del no arado o «no dig gardening». Con este sistema, cuidamos la vida que habita la tierra. Además, ese ecosistema da lugar a unas hortalizas sanas y esplendorosas. A lo que hay que sumar que el trabajo se reduce drásticamente.

Pasos a seguir
Para cultivar acelgas, lo primero que debemos hacer es preparar nuestro suelo. Una vez elegido el emplazamiento, preparemos la cama. Si tenemos malas hierbas, podemos empezar por cubrir el suelo con cartón marrón y sin tintes. En caso contrario, podemos obviar este paso. Personalmente, me gusta poner cartón porque ayuda a mantener la humedad y sirve de alimento para las lombrices.
Encima del cartón o directamente sobre el suelo, ponemos una buena capa de compost o estiércol compostado. Entre 5 y 10 centímetros funciona bien si el suelo no está muy nutrido. Para cultivos posteriores, iremos reponiendo con capas más finas, con 2-4 cm es suficiente.
Si optamos por la siembra directa, colocaremos las semillas a unos 2 cm de profundidad y cubrimos con el mismo compost. Si tenemos plantones, haremos un agujero hasta romper el cartón y colocamos el plantón. Después regamos con abundante agua para que asienten las plantitas.
Una vez preparadas las camas de compost y plantadas nuestras acelgas, el trabajo se limita a retirar las escasas hierbas que puedan aparecer.
Las acelgas de la foto fueron plantadas en octubre de 2018, durante el invierno han detenido su crecimiento y han resistido bien las heladas. Con la llegada de la primavera han empezado a crecer y, por ahora, a pesar de las altas temperaturas, se están resistiendo a la subida.
