Las cremas de verduras son de lo más socorrido para ponerlas como primer plato en la comida o para la cena con alguna cosita más. Esta crema de calabacín con cúrcuma y pimienta negra es muy fácil y sabrosa a tope.
Como casi todas las cremas, es muy sencilla y rápida de preparar. Esta es una versión muy ligera porque la receta no lleva ni nata y patata. Aún así, pondremos una cantidad superior de calabacín para obtener una textura cremosa.
Durante el sofrito agregaremos pimienta y cúrcuma para hacerla más sabrosa y que adquiera un tono dorado muy atractivo. Cuando echamos la cúrcuma al sofrito y la dejamos que se sofría, el sabor es mucho más rico y desprende un aroma muy agradable. Eso sí, debemos tener cuidado de que no se queme, pues siendo así, cogerá un sabor amargo y estropeará toda la comida. Algo similar, a lo que se sucede al pimentón.
La receta es para seis raciones, porque casi siempre la suelo preparar en cantidad, ya que se conserva bien en la nevera y así tengo la cena solucionada de un par de días.
Crema de calabacín
Ingredientes:
- 1,5 kg de calabacín, troceado
- 1 litro de caldo de ave o vegetal
- 3 dientes de ajo, cortados en láminas
- 2 puerros grandes, utilizaremos la parte más tierna y la parte más verde y dura, la guardamos para nuestros caldos
- 1/2 cucharadita de pimienta negra molida
- 1/2 cucharadita de cúrcuma
- Sal al gusto
- Aceite de oliva virgen
Preparamos la crema de calabacín con cúrcuma y pimienta:
En primer lugar, ponemos un chorreón de aceite de oliva en una cazuela a temperatura media y echamos los ajos en láminas. Sofreímos los ajos durante unos 20 segundos o hasta que suelten su aroma, sin dejar que lleguen a dorarse.
A continuación, echamos el puerro picado y sofreímos durante 3 ó 4 minutos o hasta que esté tierno.
Después, echamos el calabacín en trozos, la cúrcuma, la pimienta negra molida, la sal, y sofreímos durante unos 2 minutos o hasta que las especias suelten un aroma agradable.
Seguidamente echamos el caldo y dejamos cocer a fuego suave durante 15 minutos. Después, trituramos con la batidora. Si se quiere una crema muy finas, entonces se puede pasar por un colador.
Yo he servido la crema con un chorreoncito de aceite de las conservas de los tomates secos.