Como muchos sabéis ya, mi huerto está situado en un pequeño pueblo de la provincia de Ávila, en donde las temperaturas son muy extremas tanto en invierno como en verano. En este post hablaré de como y cuando sembrar tomates en el hemisferio norte en un clima continental como es mi caso.
Por lo general, las fechas para la siembra de los tomates son los meses de marzo, abril y mayo. Cuando te enfrentas a un clima como el de Ávila, en el que a principios de septiembre ya puedes encontrarte con heladas considerables, tenemos que sembrar los tomates lo antes posible con el fin de que su mayor producción se de en los meses de julio y agosto.
Aparte de las heladas, aparece otro factor que hará que los tomates se agrieten o se rajen. Se trata de los cambios bruscos de temperatura entre el día y la noche. Es fácil en un día de finales de agosto, tener una temperatura de 35ºc por el día y de menos de 15ºc por la noche.
Como y cuando sembrar tomates
Cuando sembrar tomates
Por las dos razones que os comentaba arriba, sembraremos nuestras semillas de tomate de mediados de febrero a mediados de marzo. Si puede ser, además, nos guiaremos por un calendario biodinámico que nos indique cuáles son los mejores días para la siembra de plantas de fruto.
Hay quienes siembran todavía antes, en mi caso no es viable porque el mes de marzo, por lo habitual es muy frío y los tomates no aguantan el trasplante, a pesar del uso de mantas térmicas o botellas a modo de invernadero.
Como sembrar tomates
En primer lugar, elegiremos las variedades de tomate que queremos cultivar. En mi opinión, es bueno plantar tomates de la tierra que sepamos que están adaptados a nuestra zona, y, además, ir probando con otras variedades que nos apetezca probar. Así, con el paso de los años, nos haremos con nuestras propias semillas y tendremos un listado con los tomates que se dan bien, pudiendo descartar los que no.
Una vez tenemos las semillas que vamos a sembrar, buscamos recipientes de tamaño acorde a la cantidad de nuestras semillas. En mi caso, utilizo bandejas de frutas que me encuentro o que me regalan. Otras opciones son, tupers antiguos, bandejas de poliespán, latas, etc. Seguidamente, haremos unos agujeros en la base para que drene y llenamos unos 2,5 cm con sustrato para semillero. Después, damos un riego para humedecer el sustrato.
Colocamos las semillas por bandejas o bien por grupos, señalizando las variedades diferentes, y, cubrimos con una fina capa de sustrato. Se trata simplemente de cubrir las semillas, no de que queden muy enterradas. Por último, damos un riego ligero.

Colocamos los semilleros en un lugar protegido y con luz directa del sol. Los tomates necesitan una temperatura de al menos 16ºc para que germinen.
Las semillas de tomate tardan unos 7 días en germinar. En el momento en que asoman las dos primeras hojas (a los 10 días aproximadamente), hacemos el repicado.

Es momento de traspasar nuestras plantitas a una bandeja de alvéolos. Llenamos las cavidades con sustrato para semillero apretando para que queden firmes y damos un riego.
Después, iremos sacando las plantas con ayuda de un palito sin dañar las raíces.

Con el mismo palo, hacemos un agujero e introducimos una planta por alvéolo. Enterraremos todo el tallo del tomate, de manera que sólo queden al aire las dos hojas.
Este proceso es algo delicado, pues si apretamos demasiado troncharemos los tallos y si no queda firme las plantas tendrán problema para enraizar. Después de 300 repicados, el tacto llega solo 😉


Dejaremos los semilleros en lugar protegido y con luz directa del sol hasta la hora de su trasplante al sitio definitivo.
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