El kéfir es una leche fermentada que se obtiene a partir de nódulos de kéfir y leche de origen animal. Los nódulos de kéfir, podríamos decir, que son como la “madre” para poder obtener kéfir. Preparar kéfir, es muy sencillo y no te llevará mucho tiempo. Dedicando 10 minutos diarios, podrás disfrutar de un kéfir recién hecho.
Para hacer kéfir de leche en casa, necesitamos dos ingredientes: los nódulos de kéfir y leche de origen animal. Cuanto mejor sea la calidad de la leche, mejor kéfir obtendremos. No recomiendo hacer el kéfir con leche desnatada. No sólo por el resultado, si no, porque conozco muchos casos, en los que los nódulos se han echado a perder.
¿Cómo consigo los nódulos de kéfir?
Conseguir los nódulos, hoy día, es muy fácil. Una primera opción, puede ser, preguntando a amigos y conocidos si os pueden regalar unos nódulos.
Si no encontrarais a nadie cercano, existe una red en Internet de “regaladores de kéfir”. Esta red abarca un gran número de países. Os dejo a continuación el link, por si necesitáis buscar los nódulos: http://foro.infojardin.com/threads/regaladores-altruistas-de-kefir.2948/
También podéis hacer la búsqueda, escribiendo “regaladores altruistas de kéfir” y os llevará a este mismo foro.
Una vez conseguidos los nódulos, podrás conservarlos para siempre. Los nódulos van creciendo constantemente, por lo tanto, tendrás la necesidad de irte deshaciendo de parte de ellos.
Cómo preparar el kéfir en casa
Para obtener algo más medio litro de kéfir, vamos a necesitar:
- ¾ de taza de nódulos
- ¾ de litro de leche
Con estas proporciones, obtendremos un kéfir espeso y cremoso. Si os gusta más ligero, tan sólo, debéis poner menos cantidad de nódulos.
También necesitarás:
- 1 bote de cristal de 1 litro de capacidad y con tapa no metálica, yo aconsejo de cierre hermético.
- colador de plástico (no metálico)
Preparamos el kéfir:
- Primero, introduce los nódulos de kéfir en el bote.
- A continuación, vierte la leche a temperatura ambiente y cierra el bote.
- Ahora, guarda el bote en un lugar obscuro (dentro de un armario) durante 24 horas. La temperatura ideal para la fermentación del kéfir, son 20ºC. A mayor temperatura se hace antes y a menor, tardará más.
- Pasadas 24 horas, es el momento de colar nuestro kéfir. Para ello, utilizaremos un colador de plástico, en el que se quedarán los nódulos. Aprovecharemos este momento para lavar los nódulos bajo el grifo y dejamos escurrir.
- Lavamos el frasco y volvemos a comenzar de nuevo.
- A mí me gusta lavar el bote a diario y el kéfir una vez por semana, pero también podrías hacerlo a diario, o cada 2 o 3 días.
¿Qué pasa si durante unos días, semanas o meses, no voy a tomar kéfir?
Si queremos tomarnos un descanso y no queremos deshacernos de él,
existen varias maneras de conservar el kéfir.
Métodos de conservación:
Hasta 1 semana: En este caso, tan sólo deja los nódulos de kéfir en leche y guárdalo en la nevera. De esta forma, la fermentación será mucho más lenta. Yo, en este caso, no lo consumo. Lo preparo de nuevo, y ya lo retomo, al día siguiente.
De 8 a 14 días: Lava los nódulos bajo el grifo y mételos en un frasco, cubre con agua mineral y guarda en la nevera. Para volver a empezar a tomarlos, escurre los nódulos y déjalos en leche, 2 días en vez de uno, porque el proceso de fermentación, irá un poco más lento.
Hasta 12 meses: Lava bien los nódulos y sécalos con papel absorbente. Guarda en un recipiente de plástico pequeño bien tapado, y a su vez, guarda este recipiente en otro más grande. Tapa bien y guarda en el congelador. Para volver a tomarlo, descongela los nódulos en agua a temperatura ambiente. Una vez descongelados, introdúcelos en un poco de leche. El kéfir tardará unos días en empezar a trabajar con normalidad.
Cómo tomar el kéfir
El kéfir puede tomarse de la misma manera en que tomaríamos un yogur. Su sabor es algo ácido. A mí me gusta especialmente por su acidez y suelo tomarlo sólo, pero puedes añadirle un poco de miel cruda o panela.
Los batidos de kéfir están también muy buenos. Puedes prepararlos añadiendo frutas y/o cereales. Un batido que me encanta, es kéfir con avena y dátiles.
Son muchas las recetas que podrás encontrar con kéfir, pero debes tener en cuenta, que si lo calientas, morirán los microorganismos vivos y el kéfir pierde sus interesantes propiedades.